viernes, 4 de junio de 2010

Ultima visita al pediatra


Ayer, probablemente, hemos hecho la última visita al pediatra. Te has hecho daño en Judo y te duele el dedo corazón.
Has entrado avergonzado y sonriente, con tu pelo rizado y tu camiseta negra de los Ramones. Sonríes a la médica. Te sientes raro en esa consulta sitiada por el pato Donald y Pocoyo.
Llenas el aire de buen rollo, llenas los espacios.
Sólo hay una silla. ¿Te cojo? Te digo. Me miras con ternura… - Tortuga por Dios!, si quieres te cojo yo…
Me siento detrás, en la camilla.
Le explicas tus síntomas a la doctora. Ya no tengo nada que decir. Comento que eres igual de duro que el abuelo. Te ríes, encoges los hombros, imitas el tono de voz del abuelo.
Te oigo hablar. Ya no eres mío. Eres grande. Ya no soy la mujer de tu vida.
Miro tus espaldas. Son anchas y fuertes como las de Katsumoto. Tendré que acostumbrarme a mirarlas. Tendré que acostumbrarme a decirte adiós. Y sé que no me va a gustar, y sé que te voy a echar de menos, y sé que es absolutamente necesario, y sé que es inevitable.
Disfruto de esta última visita. Le digo adiós a tu infancia…
No tengo nada que decir. Sé buen tipo, evita a los gilipollas, ten mucho cuidado ahí fuera…

TH. 2010.

PD: Tú también eres un macarra megatierno.Pienso en ti. En cuando eras niño y te picabas con Katsumoto. ¿Tú quien eres chaval? Te decía ¿El manager gruñón?. Tú le respondías como podías, de frente, sacando pecho, con los ojos brillantes…

3 comentarios:

  1. que bonito! me ha encantado de verdad! :)

    ResponderEliminar
  2. Este anónimo y yo anónimo, no somos el mismo pero a mi, tambien me ha gustado reconocer sensaciones en la escritura de alguien, me ha hecho llorar, yo lloro dificilmente, muchas gracias TQM....

    ResponderEliminar
  3. Pues yo también TQM... Y eso que no sé quien eres...

    ResponderEliminar