domingo, 18 de abril de 2010

Sigue el camino de baldosas amarillas


Que resulta, que emulando a la tortuga (pero sin tarjeta gráfica, que siempre ha habido clases...), he descubierto que yo también tengo el paint, y he hecho ésta "tonterida".

Pomelos extraterrestres

Así es. Unos pomelos venidos directamente de Marte.

Hasta el moño. Y yo también! Yo también estoy hasta el moño.




Hasta el moño es una reciente banda de rock que apunta maneras. Está formada por 5 chicas. Guitarra eléctrica, bajo, violín, guitarra acústica y cantante.
The best rock & roll band of the World… Hasta el moño.

Os mando un cartel, no sé si vale para algo. Vosotras me decís…
Vuestra fan:

Tortuga hiperactiva.

PD: Mi favorita es la niña de la guitarra de cuadritos. No sé por qué… Un aire tortuguiano… Oyes… Mil besos.

El muñeco, es un ser, de género “lo”, con una peineta diabólica. Yo cariñosamente le llamo moñi. Pero si os parece muy cursi, le podeis rebautizar…

Mucha, mucha, mucha… MIERDA.

Terapia de jamón. Efectos secundarios

Dice mi terapeuta de los mochos que “La terapia de jamón” me ha funcionado a las mil maravillas. “De más”, me dice. “Hueles a jamón de más…” “Has pasado de la depresión a un trastorno narcisista de la personalidad”.
De verdad… ¿Por qué hago terapia con esta mujer?. Me dice cada cosa… Estás pasando por una etapa nihilista, tienes que hacer la terapia del jamón, tienes un trastorno narcisista de la personalidad… En fin, que no tengo arreglo…
Lo peor de todo no es que sea mi terapeuta. Lo peor es que además la quiero. Debido a algún otro trastorno, eso seguro, que aún no me ha diagnosticado.
Lo mejor es que me siento bien… Moderadamente bien… Moderadamente bien, así, como de puta madre.

TH. Abril 2010.

PD: No pienses en alto. Te oigo. Es una fea costumbre pensar en alto. “¿Tú sabes tortuga que no tienes que contarlo todo en el blog?”…
Y así sucesivamente.
La lagartija me deja poner lo que quiero… Y yo, lo pongo…
Y cuando no me deja, no lo pongo. Que la lagartija es mi manager, y manager no hay más que uno.

jueves, 15 de abril de 2010

No me sueltes nunca la mano

Lo estaban entrevistando...pillé la entrevista a medias, pero en cuanto lo oí hablar ya no pude despegarme de la pantalla. Hasta el presentador (mi adorado Andreu...) estaba abducido.
Hay gente así, que cuando habla paraliza el mundo.Todo lo que dicen parece importante, y probablemente lo es. Todo parece especial con sus palabras. Yo conozco una persona así. Creo que no es consciente de ello, y si lo es jamás lo admitiría...
Albert Espinosa había ido al programa para hablar de su libro (me encanta esta frase “umbraliana”), y al oír su título me impactó. “Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo”.
Ya una vez alquilé una peli, de la cual él es guionista y también uno de los actores, sólo por el título “No me pidas que te bese porque te besaré”.No está mal, por cierto, tal vez un poco moñas...
En seguida tuve que enviarle un mensaje a la tortuga contándole mi emocionante experiencia.
Al día siguiente me llamó. Tengo el libro delante, ¿te lo compro?. Sí, sí, sí...
Esa noche se lo leyó, antes de regalármelo.
Si la tortuga se lee un libro así de golpe, yo ya sé que me va a gustar. Y así fue. Me lo leí el día que me lo dio. Yo tampoco podía dejar de leerlo.
El título, las frases de la contraportada, el prólogo de su amigo Roger Berruezo, tan profundamente emotivo...y la historia.
Un futuro hipotético donde la gente toma pastillas para dejar de dormir, donde los cigarrillos ya no son lo que eran, con un protagonista que acaba de sufrir una pérdida que lo deja muy solo, con un suceso impactante que le cambia la vida...es una historia que te engancha desde el principio.
Una historia de misterio que se cuenta simultáneamente con conversaciones que tiene el protagonista con su madre, un personaje que me parece fascinante.
Una historia sobre pérdidas, sobre encuentros inesperados, sobre sentimientos profundos, reflexiones sobre la vida, el sexo, la amistad...que me parecen absolutamente geniales.
Lo recomendamos, oyes.

LL, 14 de abril de 2010.

Kafka




Final de capítulo. Capítulo 19. Kafka en la orilla.

_ Pero tal como puedes ver, también soy un ser humano y también me he sentido discriminado en ciertas ocasiones – explica Oshima -. Y sólo una persona que haya sido discriminada sabe lo que eso representa y lo profundamente que hiere. La herida es diferente en cada persona y en cada persona deja una huella distinta. Así que a mi nadie me gana en lo que se refiere a pedir justicia o equidad. Sólo que yo ya estoy más que harto de gente sin imaginación. De ese tipo de gente que T. S. Eliot llama “hombres huecos”. Personas que suplen su falta de imaginación, esa parte vacía, con filfa insensible y que van por el mundo sin percatarse de ello. Personas que intentan imponer a la fuerza a los demás esa insensibilidad soltando, una tras otra, palabras huecas. Personas, en definitiva, como esa pareja de antes. – Oshima suspira y hace girar entre sus dedos el largo lápiz-. Sean gays, lesbianas, heterosexuales, feministas, cerdos fascistas, comunistas, Hare Krishnas. A mi tanto me da. A mí no me importa la bandera que enarbolen. Lo que yo no puedo soportar es a esos tipos huecos. Y cuando se me pone uno delante no me puedo aguantar. Acabo soltando más cosas de la cuenta. Antes, por ejemplo, hubiera podido dejar que hablasen. O llamar a la señora Saeki y permitir que ella se encargara del asunto. Ella lo hubiera solucionado con cuatro sonrisas. Pero yo soy incapaz de hacerlo. Acabo diciendo cosas que no debería decir, haciendo cosas que no debería hacer. No puedo controlarme. Ése es mi punto débil.

Haruki Murakami.
De Kafka en la orilla.

miércoles, 14 de abril de 2010

Fotosíntesis I



Una terraza al lado del mar…
Un libro en las manos.
Oriento las hojas hacia el sol.
Así, que reciba bien la luz.

Un café, caliente, oscuro,
sales minerales en disolución.

Un cigarro, hojas secas que
se convierten en humo, en CO2.

Un vaso de agua, no muy grande, pequeño,
como si fuera francesa.

La luz del sol…

Los electrones saltan desde el magnesio…

Lo noto … mmm. Joder, quizá Silent tiene razón…
Me parece que sí…
Que soy autótrofa.

TAR. 2010.

Comecocos sureño




viernes, 9 de abril de 2010

Call me Greta, if you want

Puedes llamarme Ginger, o Fred, lo que prefieras.
Si quieres me pongo un gorro y me llamas Henry, me tiro al agua y me llamas Jane, o muevo suavemente la cabeza y puedes llamarme Katherine.
Ahora muevo las manos de forma muy enérgica, te miro profundamente y puedes llamarme Sofía, o tal vez Anna.
Sube a mi caballo y llámame John. Mira cómo me quito el guante y llámame Rita; mira mi vestido blanco, mira mis piernas...llámame Norma, por favor.
Quítame la peluca, clávame una aguja en el corazón, entonces te dejaré que me llames Uma...
Tiremos el látigo, ponte mi sombrero...pero no me llames Junior.
Llámame Susan, Robert, Meryl, Liam, Jodie, Morgan, Marlene...llámame Pepe, Candela…llámame Alejandro, call me Pedro.
Dis moi Wayne,Paul...Icíar..
Llámame como quieras. Como tú quieras.

Proa


Desviando el Halcón, buscando el sol.


Más cine por favor...


jueves, 8 de abril de 2010

Al fondo, muy al fondo, un velero...


Vitrubia submarina


Jamón jamón



Terapia de jamón I


Dice mi terapeuta de los Mochos que yo tengo que curarme igual que un jamón.
Como un jamón me dice. Tú no eres mujer de lamentaciones. Tú no puedes practicar el tao, ni puedes hacer yoga. No, tú no. Tú, que vales mucho, para eso no vales.
Tú tienes que curarte como un jamón. Al principio te llenan de sal, luego coges una gama de colores raros, hueles mal, chorreas la grasa poco a poco, te pones de tonos verdes, amarillos… Pero un día, coges el cuchillo, cortas y… ¿Qué hay? Pues hay un jamón… Y tú tienes que curarte así, tu no eres mujer de estar lamentándote.

TH. ABRIL 2010.

PD: Puede parecer un chiste, pero es verdad. Y además funciona. Así… como un jamón.


Terapia de jamón II


Papá tortuga también es aficionado a la terapia de jamón.
A veces se pone un poco triste, tiene tendencia a la melancolía. Entonces, se baja al “Cuentavinos” y le pide a J. un plato de jamón muy bien cortado. Se lo come con gran aplicación y… “oyes, me siento mucho mejor”. Mi terapeuta de “Los Mochos “ me protestará este escrito. Eso no es terapia. Y es verdad, no lo es, es consuelo. El consuelo, en ocasiones, es mucho más importante que la terapia.

TH. ABRIL 2010.
PD: Sé que me protestas psicóloga listilla. Me da igual. Oigo tus pensamientos. La culpa es tuya porqué piensas en voz alta. “Cada día eres más hamburguesa, te gusta discutir, discutir por discutir… y blablabla y no es terapia… “ Te echo de menos.


Terapia de jamón III
Véase foto.

Quiero

Quiero que me hagas el amor
con el traje de amar.
Que me beses
con el traje de amar.
El número de besos
y las partes que elijas
me es indiferente.

Quiero que me acaricies
con el traje de amar.
Me da igual el número de caricias,
no voy a contarlas.
Cercano al infinito,
hay un número que es mi favorito.

Quiero dormir con el traje de amar.
Profundamente,
toda la noche,
vestida con mi piel y con la tuya.

Quiero que engrases tu corazón
y notar un redoble de tambor
entre mis manos.

Quiero morirme un poco
sólo un poco…
con el traje de amar.

ABRIL 2010. TH.

Esta pal concurso


Me rebelo

A veces me rebelo.
Me rebelo contra dios
y contra el mundo.
Me rebelo contra ti
y contra mi.

Dice mi terapeuta de los Mochos
que tengo que dejar de rebelarme.

Pero no puedo evitarlo,
y… a veces…
me rebelo.

ABRIL 2010.TH

Ay los reflejos...


Where is my mind?




Flamenco mirón

En la laguna un buen día
vi a un flamenco que volaba.
Iba a gran velocidad,
a la caseta del guarda,
y volaba a toda prisa
pa’ mirar por la ventana.
Quería ver levantarse
A su flamenca del alma.

Ella…
Se maquillaba el pico
y se lavaba la cara,
Se colocaba las plumas
y se atusaba las alas.

Y él…
Miraba embobado
su flamenca engalanada.
Y sólo podía decir:
Ay Dios que flamenca rica!
Así, recién levantada,
Ay que flamenca más guapa!

TH. ABRIL 2010.
PD: AR JUNC!

Cosas de Silent Shadow

Ayer, a la hora de la cena, le dí la lata a Silent Shadow.
- No comas más, te pones las botas y luego te duele la tripa.
- Mamá, tengo hambre. Mucho hambre…

Y añadió…

- Sabes una cosa mamá… Tú… ¿Es posible que seas autótrofa?. No te enfades, pero a veces lo pienso.


TH. ABRIL 2010.

Es Bob!!


Qué tranquilicos...


Woope!!


Amanecer tortuguiano