domingo, 18 de abril de 2010

Terapia de jamón. Efectos secundarios

Dice mi terapeuta de los mochos que “La terapia de jamón” me ha funcionado a las mil maravillas. “De más”, me dice. “Hueles a jamón de más…” “Has pasado de la depresión a un trastorno narcisista de la personalidad”.
De verdad… ¿Por qué hago terapia con esta mujer?. Me dice cada cosa… Estás pasando por una etapa nihilista, tienes que hacer la terapia del jamón, tienes un trastorno narcisista de la personalidad… En fin, que no tengo arreglo…
Lo peor de todo no es que sea mi terapeuta. Lo peor es que además la quiero. Debido a algún otro trastorno, eso seguro, que aún no me ha diagnosticado.
Lo mejor es que me siento bien… Moderadamente bien… Moderadamente bien, así, como de puta madre.

TH. Abril 2010.

PD: No pienses en alto. Te oigo. Es una fea costumbre pensar en alto. “¿Tú sabes tortuga que no tienes que contarlo todo en el blog?”…
Y así sucesivamente.
La lagartija me deja poner lo que quiero… Y yo, lo pongo…
Y cuando no me deja, no lo pongo. Que la lagartija es mi manager, y manager no hay más que uno.

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