miércoles, 30 de marzo de 2011

La mujer precipicio. Princesa Inca.



La mujer-precipicio.

Princesa Inca.


Exploradora: Ancojdité.


Copio parte de sus palabras:

“La poesía para mí es un territorio de libertad absoluta donde todo está permitido…


En la poesía es donde me siento más libre y más feliz; mis estanterías acumulan libretas y libretas llenas de poemas, trozos de servilletas escritas, pensamientos de un puñado de años. La poesía me ha ayudado a recuperarme del dolor: de tiempos de desamor, de muertes, de ingresos psiquiátricos, de depresiones ante el mundo ininteligible… …”

(…)

Hueles a desorden, y en tu sudor está la luz.

Esta noche hemos hecho el amor.

He estado pensando en otra manera menos usada de decirlo,

Pero la verdad: esta noche hemos hecho el amor.

Hueles a desorden, y en tu sudor está la luz.


Princesa Inca.


PD: Puf!!!!!!!

PD: Me quedé sin palabras y sin respiración.

PD: Me alegro de que EXISTAS PRINCESA INCA.

PD: Me gusta como suena… Quiero gritar este nombre al viento… PRINCESAAAAAA INCAAAAAA!!!!!!!.

Desastres - Divertidos





DESASTRES- DIVERTIDOS.


Ha sido un desastre. Te mando lo semi-semi-semi-semi salvable. En fin, probaré en tu piel, el auto-pintado no resulta. A lo mejor con otro material. ¿Tienes por ahí el set de maquillaje de la Señorita Pepis?


TH. 2011.


PD: Tengo unos pies muy feos.

¿Tú qué dices?


Pegatinas del viento













PEGATINAS DEL VIENTO.


Cuando están en la calle dejan de ser tuyas. En la calle son del viento. Son llovidas, leídas, acariciadas, arrancadas, soleadas, contestadas… Son efímeras… Como todo.


TH. 2011.


PD: Te prometo una pegatina con un dinosaurio…

PD: Las pegatinas las compro en el chino del barrio.

domingo, 27 de marzo de 2011

Mi contrapunto favorito




De camino a casa de Josefina



En casa de Miguel





Coches de época








Deseos de gatos





DESEOS DE GATOS.

A veces nos subimos a los árboles y no sabemos bajar.

Nos quedamos ahí arriba, maullando.

El suelo está muy lejos.

Tenemos miedo.

La gente mira desde abajo.

Maullamos y maullamos.

En un momento determinado, tenemos la certeza

de que la caída será dolorosa.

Nos preguntamos por qué hemos subido.

¿Quién puede resistirse al vuelo de los pájaros?


TH. Marzo 2011.


PD: Algún día recordaremos que subimos a los árboles, que deseamos, que perseguimos sueños, que caímos, que la caída fue dolorosa… Pero si volvemos a ver el vuelo de los pájaros… Entonces… Sólo dios sabe lo que haremos…


PD: El deseo es una pregunta que no tiene respuesta. Cernuda.

Verdades

Entre la anguila y yo no existe la distancia. No importa que entre nosotras existan más de 500 km, siempre estamos cerca. Es, supongo, uno de los regalos que nos ha hecho la vida.

Y hoy le llamé para lamentarme un poco, para llenarle el hombro de lágrimas estúpidas, esas que nunca sabes en que hombro puedes dejar.

¿Te has mirado al espejo?, me lo dice con voz de sueño, recién despertada de la siesta. Ese niño es idéntico a ti. Recuerda tu silencio, tu tristeza adolescente, la necesidad permanente que sigues teniendo de sentirte querida. Recuerda tu miedo a la soledad, recuerda tus miedos, recuerda que los días de tormenta te metías en mi cama. Se parece a ti, es lo único que ocurre, y es muy joven y no sabe muy bien quien es. Tú tampoco lo sabes bien.

Está triste y dices que se ha quedado parado… Y es normal, porque no sabe como seguir, porque duda y tiene miedo. Lo único que demuestra todo esto es que en la cabeza tiene un cerebro en vez de un puto cacahuete.

Y tú no sabes que hacer, en el fondo lo único que puedes hacer es lo que haces. Quererle, quererle mucho.

Estás al otro lado del teléfono y hoy tengo el día muy moñas (debe de ser que sigo sin saber muy bien quien soy) y noto el sabor de las lágrimas en mi boca… Pero me reconfortas…

Luego me haces reír y me preguntas por la lagartija. Te digo que está bien, encantadora como siempre, loca como un cencerro como siempre también.

Quédate a su lado, me dices, su locura te equilibra.


TH. 2011. Marzo.


PD: “Él es como yo. Una puta ola. Nos rompemos y nos volvemos a formar”.

Era mi frase de guerra en época de Crisis.

PD: Todo esto, la frase anterior también, me dice la anguila.

El alpinista de los sueños


El alpinista de los sueños.

Tributo a Antonio Vega.

Bonito título, sí señor.

Homenaje a Antonio Vega




ANTONIO VEGA.


Siempre en Madrid. Siempre en la calle.


TH. 2011.


PD: Ese es el primer LP (cuánto tiempo sin escribir estas 2 letras) que yo escuché.

Llamo a los poetas


Entre todos vosotros, con Vicente Aleixandre

y con Pablo Neruda tomo silla en la tierra:

tal vez porque he sentido su corazón cercano

cerca de mí, casi rozando el mío.


Con ellos me he sentido más arraigado y hondo,

y además menos solo. Ya vosotros sabéis

lo solo que yo voy, por qué voy yo tan solo.

Andando voy, tan solos yo y mi sombra.


Alberti, Altolaguirre, Cernuda, Prados, Garfias,

Machado, Juan Ramón, León Felipe, Aparicio,

Oliver, Plaja, hablemos de aquello a que aspiramos:

por lo que enloquecemos lentamente.


Hablemos del trabajo, del amor sobre todo,

donde la telaraña y el alacrán no habitan.

Hoy quiero abandonarme tratando con vosotros

de la buena semilla de la tierra.


Dejemos el museo, la biblioteca, el aula

sin emoción, sin tierra, glacial, para otro tiempo.

Ya sé que en esos sitios tiritará mañana

mi corazón helado en varios tomos.


Quitémonos el pavo real y suficiente,

la palabra con toga, la pantera de acechos.

Vamos a hablar del día, de la emoción del día.

Abandonemos la solemnidad.


Así: sin esa barba postiza, ni esa cita

que la insolencia pone bajo nuestra nariz,

hablaremos unidos, comprendidos, sentados,

de las cosas del mundo frente al hombre.

Así descenderemos de nuestro pedestal,

de nuestra pobre estatua. Y a cantar entraremos

a una bodega, a un pecho, o al fondo de la tierra,

sin el brillo del lente polvoriento.


Ahí está Federico: sentémonos al pie

de su herida, debajo del chorro asesinado,

que quiero contener como si fuera mío,

y salta, y no se acalla entre las fuentes.


Siempre fuimos nosotros sembradores de sangre.

Por eso nos sentimos semejantes del trigo.

No reposamos nunca, y eso es lo que hace el sol,

y la familia del enamorado.


Siendo de esa familia, somos la sal del aire.

Tan sensibles al clima como la misma sal,

una racha de otoño nos deja moribundos

sobre la huella de los sepultados.


Eso sí: somos algo. Nuestros cinco sentidos

en todo arraigan, piden posesión y locura.

Agredimos al tiempo con la feliz cigarra,

con el terrestre sueño que alentamos.


Hablemos, Federico, Vicente, Pablo, Antonio,

Luis, Juan Ramón, Emilio, Manolo, Rafael,

Arturo, Pedro, Juan, Antonio, León Felipe,

Hablemos sobre el vino y la cosecha.


Si queréis, nadaremos antes en esa alberca,

en ese mar que anhela transparentar los cuerpos.

Veré si hablamos luego con la verdad del agua,

que aclara el labio de los que han mentido.


Miguel Hernández.

El hombre acecha, 1939


PD:Anduvimos 10 Km.10 km entre naranjas y alcachofas. Es un homenaje pequeñito.Pequeñito pero nito. Lo más poético de la mañana fueron las pegatinas de la Tortuga. Escandar sale en la pegatina. No es de extrañar. Es un poeta.

PD2: La Tortuga también lo es. Ella no acaba de creérselo. Toda ella es poesía.

Parece el sol...



Sigue la senda...