LUCÍA. 19 Marzo 2011.
Has escrito su nombre con cinta de color rojo. Has declarado en plena acera que quieres a Lucía y, has llenado la acera de flechas.
Pareces joven, muy joven.
Has quemado tus cartuchos.
Si Lucía vuelve te sentirás feliz, casi un dios, el rey del mambo. Existe la posibilidad de que Lucía vuelva.
Pero también es posible que Lucía no vuelva. Entonces te sentirás ridículo y estúpido y sentirás vergüenza. Después con el paso del tiempo lo olvidarás, e incluso es posible que un día te rías de ti mismo y de tus fracasos románticos. Los efectos secundarios de ser románticos son siempre nefastos. Pero cuando uno es romántico no puede evitar hacer ciertas cosas, aún a sabiendas, de que luego, después del ataque de romanticismo colgará de tu cabeza una etiqueta que pone “soyungilipollas”.
De todas formas, no te atormentes demasiado. Lo que tenga que suceder, sucederá, hay determinadas cosas que no dependen de nosotros. Yo tampoco puedo entender que ella no te quiera, yo también pienso que eres precioso… Pero la vida es así, y a veces aunque no podamos entenderlo, no nos quieren. En el fondo, todo es efímero, todo es una cinta roja de quita y pon…
La vida es sólo una sucesión de momentos. Y a veces hay que perder, hay que tirar la toalla…
Pero la vida continúa, y tenemos la jodida obligación de disfrutarla, porque un día terminará. Porque un día, siempre sin avisar, nos puede arrastrar una ola… Y lo único bueno de ese día es que ya no sentiremos vergüenza, tan sólo nos arrepentiremos de los besos que no dimos.
TH. Marzo 2011.
PD:
Lees esto y piensas que hablo como tu madre… Y no sé, a lo mejor soy tu madre….
PD: Joderjoder, que mayor estoy…
PD: Las heridas cerradas duelen menos.
PD: La L de Lucía se ha despegado.
Has escrito su nombre con cinta de color rojo. Has declarado en plena acera que quieres a Lucía y, has llenado la acera de flechas.
Pareces joven, muy joven.
Has quemado tus cartuchos.
Si Lucía vuelve te sentirás feliz, casi un dios, el rey del mambo. Existe la posibilidad de que Lucía vuelva.
Pero también es posible que Lucía no vuelva. Entonces te sentirás ridículo y estúpido y sentirás vergüenza. Después con el paso del tiempo lo olvidarás, e incluso es posible que un día te rías de ti mismo y de tus fracasos románticos. Los efectos secundarios de ser románticos son siempre nefastos. Pero cuando uno es romántico no puede evitar hacer ciertas cosas, aún a sabiendas, de que luego, después del ataque de romanticismo colgará de tu cabeza una etiqueta que pone “soyungilipollas”.
De todas formas, no te atormentes demasiado. Lo que tenga que suceder, sucederá, hay determinadas cosas que no dependen de nosotros. Yo tampoco puedo entender que ella no te quiera, yo también pienso que eres precioso… Pero la vida es así, y a veces aunque no podamos entenderlo, no nos quieren. En el fondo, todo es efímero, todo es una cinta roja de quita y pon…
La vida es sólo una sucesión de momentos. Y a veces hay que perder, hay que tirar la toalla…
Pero la vida continúa, y tenemos la jodida obligación de disfrutarla, porque un día terminará. Porque un día, siempre sin avisar, nos puede arrastrar una ola… Y lo único bueno de ese día es que ya no sentiremos vergüenza, tan sólo nos arrepentiremos de los besos que no dimos.
TH. Marzo 2011.
PD:
Lees esto y piensas que hablo como tu madre… Y no sé, a lo mejor soy tu madre….
PD: Joderjoder, que mayor estoy…
PD: Las heridas cerradas duelen menos.
PD: La L de Lucía se ha despegado.
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