jueves, 8 de abril de 2010

Jamón jamón



Terapia de jamón I


Dice mi terapeuta de los Mochos que yo tengo que curarme igual que un jamón.
Como un jamón me dice. Tú no eres mujer de lamentaciones. Tú no puedes practicar el tao, ni puedes hacer yoga. No, tú no. Tú, que vales mucho, para eso no vales.
Tú tienes que curarte como un jamón. Al principio te llenan de sal, luego coges una gama de colores raros, hueles mal, chorreas la grasa poco a poco, te pones de tonos verdes, amarillos… Pero un día, coges el cuchillo, cortas y… ¿Qué hay? Pues hay un jamón… Y tú tienes que curarte así, tu no eres mujer de estar lamentándote.

TH. ABRIL 2010.

PD: Puede parecer un chiste, pero es verdad. Y además funciona. Así… como un jamón.


Terapia de jamón II


Papá tortuga también es aficionado a la terapia de jamón.
A veces se pone un poco triste, tiene tendencia a la melancolía. Entonces, se baja al “Cuentavinos” y le pide a J. un plato de jamón muy bien cortado. Se lo come con gran aplicación y… “oyes, me siento mucho mejor”. Mi terapeuta de “Los Mochos “ me protestará este escrito. Eso no es terapia. Y es verdad, no lo es, es consuelo. El consuelo, en ocasiones, es mucho más importante que la terapia.

TH. ABRIL 2010.
PD: Sé que me protestas psicóloga listilla. Me da igual. Oigo tus pensamientos. La culpa es tuya porqué piensas en voz alta. “Cada día eres más hamburguesa, te gusta discutir, discutir por discutir… y blablabla y no es terapia… “ Te echo de menos.


Terapia de jamón III
Véase foto.

3 comentarios:

  1. ay aya mamma que rica!!!! pa comerte entera!!!

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  2. Esta artista tan guapísima... ¿Cómo se llama?

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  3. Y qué bien huele el jamón oyes...

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