jueves, 7 de octubre de 2010

Él

Ha salido al jardín y estaba muy contento. Sonreía, hacía bromas, cantaba canciones inventadas. Verbalizaba sus actos en un acto de concentración zen. Muevo el rastrillo, mezclo la tierra negra con la tierra clara, después tengo que alisarla.
Lleva una gorra con visera que nunca se quita. No pertenece a ninguna banda. La gorra es su protección, le hace sentir seguro, evita los ojos y las miradas de algunas personas.
Tiene el pelo corto y una coletilla rubia. Esa coletilla rubia es el único acto de rebeldía que se permite de modo consciente.
Hoy estaba contento.
Le gusta pasar el tiempo con las personas que quiere. A veces las agobia, él no entiende por qué, pero se siente agobiado. Le han dicho que tiene que aprender a mantener relaciones superficiales. Él desconoce su utilidad. Aprenderá, está seguro. No le gustará, también está seguro. No lo entenderá nunca, tiene la certeza absoluta. No entiende que tenga que relacionarse con gente que le gusta muy poco, o que no le gusta nada.
Aprenderá a resignarse.
Ya ha aprendido otras cosas. Sabe gastar bromas y sabe reírse de si mismo. Con el tiempo será un experto.
Hoy estaba contento, le gustaba la gente, le gustaba el sol, el aire libre, ser jardinero.
Y estoy hablando de él, pero en algunos momentos, tengo la sensación de que hablo de mí.

TH. Octubre 2010.

2 comentarios:

  1. Por la mañana pan crudo no, qué asco.
    Por la mañana galletas no, no me gustan.
    Yo siempre meriendo, sí.
    Tortuga, es muy tarde y se te van a quitar las ganas de cenar...yo siempre meriendo.
    A mí me gusta él. Y tú más. : )

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  2. Pues yo me alegro. Sí. Por los 2.

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