Rechazos. Carta a mi manager.

Hoy me has dicho con cara de pena que te han vuelto a rechazar mis poemas. Me has dicho- ¿Cuelgo el rechazo?- Después de tantos rechazos, los rechazos han dejado de hacerte gracia. Yo te he dicho que sí, que lo cuelgues, que me gusta tener una colección de “mensajes asépticos” colgada en el blog.
- A ti te da igual- Me lo dices con un puchero, como si te fastidiara que no me rebelara por esto.
- Te rebelas por todo, y sin embargo, esto te deja indiferente. – Me lo dicen tus ojos, en una especie de reproche que no quieres verbalizar.

Y es verdad. Me da igual. Incluso, creo que en parte me alegra.

Mira lagartija, he leído lo suficiente para saber que no soy buena. Y es verdad, también he leído lo suficiente, para saber que hay mucha mierda publicada, pero esa no es la cuestión ¿no?.

Me gusta hacer cosas. Escribir, dibujar, hacer fotos, tener un blog contigo. Formo parte de una corriente, de un impulso, soy un glóbulo rojo entre millones de glóbulos rojos. Me gusta hacer cosas y tengo la desvergüenza de hacerlas. Y nada más lagartija, lo demás es todo secundario.

Me quedo con lo que tengo. Tengo un blog contigo, donde me permito el lujo de hacer lo que me da la gana. Soy lo que quiero. Estoy triste, contenta, feliz, cabreada, payasa, tabernera, o simplemente loca. Tenemos de presidenta de “club de fan” a nickanónimo, tenemos “cuidando de nuestra salud mental” a la terapeuta de Los Mochos, tenemos en Los Mochos un paraíso no visitado, tenemos a la Anguila (la otra hermana Bronte, absolutamente indisciplinada), tenemos libertad (hay tan pocos espacios libres en este mundo), y nos tenemos la una a la otra, nos reímos, desvariamos, soñamos cosas estúpidas, nos consentimos, nos consolamos. Nos permitimos absurdos, como ese cerdo-hucha-soñador que trajiste un día. Es un cerdo para soñar, me dijiste. ¿Te parece poco?

Publica el rechazo, publica todos los rechazos de todas las editoriales de España, y luego creamos nuestra propia editorial y los publicamos todos juntos.

Publica el rechazo. Mis poesías son las mejor pagadas del mundo. Valen una lágrima de Nickanónimo, un sms de la anguila, la libertad de Los Mochos, la risa pueblerina de mi terapeuta, tu avaricia, una sonrisa de oreja a oreja de silent, 3 minutos de JJ. A nadie le pagaron tanto por escribir poesía.

No nos publican. ¿y qué?
Yo soy una macarra, es lógico que no me publiquen.

Ha y mucha gente que escribe poesías lindas. No es fácil publicar.

Seguimos aquí. En este blog. En este Mar compartido donde nos gusta nadar. Me gusta que exista el blog, no sea que algún día perdamos otros mares…

Y no. No me rebelo, y me da igual. No me publican. Sigo aquí, en este mar amable, en este mar sin medusas, dónde me gusta nadar. ¿Qué? ¿Nadamos hasta la boya?...


TH. 2010.

PD: Somos gurules…
PD: ¿Tú sabes quien es el poeta? El poeta es Federico, y unos pocos más, pero muy pocos. El resto, son peña que escribe poesía.
PD: A mi me gusta este Mar.
PD: Le tenemos que diseñar a Nickanónimo la camiseta de presidenta del club de fan.
PD: Y nada más… Yo digo vale…
PD: Lo mismo, si publicamos, dejamos de ser libres. ¿Tú lo has pensado alguna vez? Nos volvemos convencionales, o codiciosas, o gilipollas que es mucho peor… O nos da por ir recitando todo el rato y nos quedamos sin amigos. UF…..
PD: Y ke te kiero.