domingo, 24 de octubre de 2010

Amo a Jasper Jones





Me he levantado temprano, muy temprano.
Sigo con la contractura en el caparazón. El médico me ha recetado un relajante muscular (o eso dice él). Pero yo creo que es un medicamento para narcotizar a las tortugas de modo inmediato.
(En el prospecto pone. Advertencia: Lávese los dientes, póngase el pijama, sitúese delante de la cama, tómese la pastilla, deje con rapidez el vaso de agua en la mesilla, déjese caer sobre la cama con precaución.)
Pero creo que he mejorado mucho, casi de modo milagroso… En serio…

Bueno, me he levantado pronto. Muy pronto pronto. He paseado y he estado leyendo a Jasper. Es muy chulo. Es PLACENTERO. Da risa, ternura, te hace sentir cómplice. Además, me he acordado de una cosa… … Que hay algo dentro de mí, no sé definirlo, que no quiero perder. Un trozo de niño, de sueños, de ilusión, de risa loca. Que quiero seguir sintiendo la sensación de tener amigos… Como Jasper, Charly y Jeffrey. Esa sensación… no se puede explicar con palabras.
Hay algo dentro de mí que no quiero perder…

Pp54.
Y no por valentía. No sé. Es más bien porque después de vivir con él algo tan serio y trascendental, siento una auténtica sensación de lealtad. Como si el hecho de separarnos aquí supusiera mancillar una especie de pacto tácito. Somos camaradas en una guerra privada. De repente, me parece importante que sigamos juntos, el uno al lado del otro.
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PP 60.

La mayoría de la gente le habla a uno a través de 50 capas de gasas y tintes. A veces sabes que alguien está mintiendo antes incluso de que empiece a hablar. Y parece que cuanto mayor es la gente, más descarada y desesperada se vuelve, y miente sobre cosas que ni siquiera tienen importancia. Como mi papá intentando disimular su calvicie al peinarse, o mi mamá al teñirse de pelirroja. O cuando mi papá insiste con que disfruta enseñando literatura a los chicos de Corrigan, o cuando mi mamá les asegura a sus hermanas de la ciudad que le encanta vivir aquí, y que no, para nada, no hace tanto calor, es un lugar encantador, una comunidad maravillosa. No sé. Quizá están tan acostumbrados a ello que ni se dan cuenta. Quizá es como una maldición progresiva, y cuanto más lo hace uno más fácil resulta. Lo sorprendente es que piensen que engañan a alguien.

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PP.63.
No soy el de siempre. Me siento incómodo en mi piel.

JASPER JONES. Craig Silvey.
TH. Octubre 2010.
PD: Pintaba en el libro mientras me tomaba el café.

1 comentario:

  1. Ponte buena, ponte buena, ponte buena!!!!
    Estás mejor, es verdad...se te nota en la forma de escribir, de leer, de pintar en los libros....tu caparazón es sensible, y también fuerte.Pero esa contractura es una putada.
    Ojalá no tengas más dolor. Vaya semanita meine...

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