viernes, 17 de septiembre de 2010

Casiopea





Me dice mi terapeuta de los Mochos, que ella tuvo una tortuga gigante que se llamaba Casiopea.
La tía del señalero encontró una tortuga encima del contenedor de la basura. Se la regaló al señalero. El señalero se la llevó a su casa. La terapeuta de los Mochos le puso de nombre Casiopea. Pero Casiopea era giganta, a medida que caminaba hacía sus necesidades, rompió el techo de la casa, la escayola se caía. Los pacientes de la terapeuta de los Mochos sanaban de modo milagroso, se volvían cuerdos y equilibrados y abandonaban su consulta. Entonces, la terapeuta de los Mochos le dijo al señalero: Casiopea no es feliz. El señalero, llevó a Casiopea a casa de un amigo con terraza grande. No sabemos nada, ni del amigo, ni de Casiopea. Sospechamos que, o el amigo se comió a Casiopea, o Casiopea se comió al amigo.

TH. 2010.

PD: La terapeuta de los Mochos dice que desorganizo la realidad. Yo no tengo la culpa de la muerte de la pobre Casiopea.
PD: Dice que la lagartija tiene crisis de ausencia. Lógico, no se puede estar presente todo el rato, de vez en cuando hay que escaquearse.
PD: Te queremos TOA.
PD: Me gustan tus historias. Son disparatadas. Y yo, no desorganizo la realidad. La adorno… leve y conscientemente.

1 comentario:

  1. A veces desorganizo la realidad. Otras, la realidad se me desorganiza sola. La verdad es que nunca fui muy ordenada... Debe de ser por eso.

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