jueves, 30 de septiembre de 2010

Eso, en los Mochos, no pasa



Ayer teníamos terapia improvisada. Hablábamos de la sensación de infinito, de la ansiedad que nos provocan las despedidas largas.
El Agrónomo, la Lagartija y yo coincidíamos. Las despedidas largas son horribles. Viene una visita a casa, llega el momento de marcharse, vas hasta la puerta con ella, seguís hablando, llamáis al ascensor, encendéis la luz del descansillo, seguís hablando, llega el ascensor, se apaga la luz, el ascensor se va, seguís hablando, el infinito aparece ante tu puerta, la vecina sale a bajar la basura, encendéis de nuevo la luz del descansillo, la vecina llama al ascensor, seguís hablando, el infinito vuelve a aparecer, cada vez es más grande, la vecina se va, seguís hablando, se repite la situación, luz, ascensor, vecina, hablando, infinito enorme, y así sucesivamente. Los 3 coincidimos, nos da ansiedad, nos produce sensación de infinito, el infinito se instala en la tripa.
Entonces, la terapeuta de los Mochos dijo:
- Eso, en los Mochos, no pasa. Viene tu vecina, o quien sea, te sientas con ella en el sofá, hablas todo lo que tienes que hablar, te tomas tu café. Cuándo la conversación ha terminado le dices:
- Bueno, ya sabes donde está la puerta. Sus dejo, que tengo que dar de comer a las gallinas.

Y fin. Sin infinito ni leches.

Los 3 hemos tomado la determinación de comprarnos un par de gallinas cada uno. Ya nos ha dicho la terapeuta que no necesitamos receta para eso.

Y bueno… Sus dejo… que tengo que dar de comer a las gallinas.

TH. Septiembre 2010.

PD: El día 1 de Octubre la lagartija cumple años. Feliz día preciosa!!!!!!!!

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