domingo, 12 de septiembre de 2010

Media patata


Este verano, se te ha roto el corazón y no me has dicho nada. No sé si me pone triste u orgullosa. A Katsumoto le enfada, a mi no.
Supongo que ya lo sabía, o me lo temía (no olvides que tengo poderes psíquicos).
Se te ha roto el corazón y no me has dicho nada, la vida ha continuado con tus rutinas, clase de lengua, playa, Azohía.
Me lo temía, te notaba serio, te di a entender un montón de cosas, te conté lo que me gustaba y lo que no, en fin, un montón de bobadas supongo. Recuerdo una mañana, estudiando lengua, perdidos entre los sintagmas, los complementos de régimen, los complementos predicativos, y un montón de cosas, que yo no recuerdo o que nunca supe. Recuerdo que leías un poema de Cernuda, Te quiero, buscabas metáforas, símiles y esas cosas. Sólo estaban escritas 2 estrofas. Te dije, le falta la última.
Me miraste: Le han dado un final a lo Disney, ¿Verdad?.
Recité:
Pero así no me basta:,
Más allá de la vida
Quiero decírtelo con la muerte;
Más allá del amor,
Quiero decírtelo con el olvido.

No decías nada. Estabas serio. Te brillaban los ojos.

Se te ha roto el corazón. No te preocupes, a tu edad cicatriza de lujo, y no me has dicho nada.

Me acuerdo de la primera vez de JJ. Lloraba, estaba inconsolable. Tú grabaste un monólogo que habías visto en U-tube, “Contigo no, bicho”, para hacerle reír. No conseguimos que se riera, la abuela nos regañó porque era tarde y seguíamos despiertos. Tú reías, repetías la escena, levantabas la mano al terminar, te mantenías serio…
Ayer quedé con la bestia, sus amigas le llaman Chewaka…

Se te ha roto la patata, la patata más linda del mundo, y no me has dicho nada, y no sé si sentirme triste u orgullosa.

Y bueno… Es inevitable. TH.
PD: La lagartija siempre me dice, que durante un tiempo de su vida sólo tuvo media patata… Pero la patata de la lagartija, como la tuya, es muy grande.

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