domingo, 7 de febrero de 2010

¿Por qué una empanadilla puede hacerme feliz?



Hoy he ido a comprar una Coca- Cola para Silent Shadow. Tiene examen de naturales, y tiene el don de comerme la cabeza…
Bueno, el caso es que he comprado la Coca- Cola en una casa de comida para llevar. Los dueños son argentinos.
Me he quedado mirando la lista de comidas:
Calamares
Albóndigas
Asado argentino
Otros muchos…
Pollo asado y mucho amor.

Me he reído y la dependienta me ha visto. Entonces le he dicho que me daban ganas de comprar pollo. Una de pollo asado, por favor que la guarnición de amor sea doble.

La dependienta me ha regalado una empanadilla. Debía de ser empanadilla con mucho amor, porqué me he ido con mi litro de coca- cola y mi empanadilla muy feliz…

Sí, hoy como me dice mi hermano mayor, estoy churrera…
Sonrío…
Churrera y estúpidamente feliz. Debe ser que ayer pinte mucho rato con el Spray, como dice Silent Shadow, mi tercera droga favorita.

TH. Febrero 2010.

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