sábado, 20 de febrero de 2010

Peter 5

Pero el cuerpo de la Feli no siguió en estado de reposo. La Feli despertó y vió a Peter con la peluca puesta, mirándose al espejo y hablando solo. Entonces empezó una serie de lamentos sin sentido: Ay Dios mío este chico, pero que cosas tendré que ver yo, ay señor jubílame anticipadamente o llévame contigo…Peter despertó de su ensimismamiento, le dio la peluca a la señora Feli y salió del cuarto. Newton seguía con él, el resto del mundo le daba igual. ¿Qué más da lo que pensara el mundo?.

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