sábado, 6 de febrero de 2010

Lo imprescindible


Debe ser difícil meter diez años de tu vida en una furgoneta Volkswagen de color granate (el coche del pueblo...lo aprendí el año pasado).
¿Qué me llevo? ¿Qué me dejo?
El día que nos íbamos bajaron todos los vecinos del edificio a despedirnos. Yo sólo recuerdo al niño de la planta baja que siempre estaba comiendo golosinas. D. bajaba a jugar con él a veces.
La mayoría de cosas se regalaron o se vendieron, no lo sé muy bien. Los muebles del comedor, el teatro de marionetas que nos hizo M. (se lo quedó S.E., era precioso...)...y nos llevamos la lavadora (duró hasta el año pasado!!!), la tele en color, la ropa...lo imprescindible, imagino.
¿Las bengalas son imprescindibles? Ellos debieron pensar que sí.
El día que encendíamos una bengala era fiesta. Apagábamos la luz de la cocina y veíamos cómo brillaban las chispas en la oscuridad. Si la movías rápido quedaba un rastro de luz con forma de círculo o de espiral. Duraba muy poco, pero todos nos poníamos contentos.
El otro día fui a ver a Sofía y vi el sobre azul de las bengalas. No me lo podía creer. Hace 30 años que estamos y aquí y todavía quedan bengalas!!!.Bengalas que tienen más de 30 años y miles de Km recorridos.
Apagué la luz y encendí una. Brillaba, echaba chispas, un poco menos intensas que entonces. Yo miraba a Sofía, que tenía los ojos como platos, miraba a I., miraba la bengala. Nadie decía nada. Y se me escapó una lágrima. No pude evitarlo.
Pensé que tenían razón. Qué tal vez las bengalas sí eran imprescindibles.

1 comentario:

  1. el tigre de bengala28 de abril de 2010, 1:52

    Qué potito,qué potitoo! Tu hases una gira por Soria y te forras. Cuándo me vas a encender una bengala treinteañera? Es que todavía no hay ninguna fiesta importante aquí? Sólo Sofía? BENGA, enciéndeLA.

    ResponderEliminar