Lo malo de ser tortuga, es que a veces te metes dentro del caparazón y no quieres salir. A veces también es lo bueno.
Lo malo de ser tortuga, es que a veces decides salir del caparazón pero el caparazón está hacia arriba, y no hay quien cojones se de la vuelta.
En fin…
Efectos secundarios de estar vivos.
TH. Noviembre 2010.
PD: Como dice Carlos Salem en su último libro. “ESTOY HARTO DE MAJARAS”
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