Mi Lagartija me ha regalado un Torres Gásquez auténtico para que no olvide.
Hace
6 años, a las 7 de la mañana, intenté mimetizarme con los flamencos.
El aire estaba quieto, la laguna parecía un
espejo, amanecía.
No se escuchaba nada, sólo las voces de los
flamencos.
Fue
sin duda un momento mágico, irrepetible, uno de esos momentos que cuando los
piensas tienes dudas de si son reales o no.
Sólo
estábamos nosotras. Ningún testigo más.
Fueron
los ojos de la Lagartija los espectadores de la escena, y son los ojos de la
Lagartija los que salen en el cuadro. Los ojos de ella y mi locura.
TH
2013.
PD:
La Lagartija explicó la escena al pintor, le enseñó fotos del momento. El
diseño del cuadro pertenece a Torres Gásquez, y dice mi Lagartija que os diga
que no quería salir… Pero salió. A mí me
encanta que salgan sus ojos, porque su presencia siempre me da serenidad. Si
estoy sola entre los flamencos parezco una loca, pero si ella me mira, me
convierto en un ser interesante.
Tu locura te da equilibrio. Te da serenidad... Eso me dijo mi hermana el día que te conoció. Y otras cosas tia melenas que ya te contaré personalmente.
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