Y tú en verdad la atravesarás, claro está.
La violenta tormenta de arena metafísica y simbólica.
Pero por más metafísica y simbólica que sea, te rasgará cruelmente la carne como si de 1000 cuchillas se tratase.
Muchas personas han derramado allí su sangre, y tú, asimismo, derramarás la tuya.
Sangre caliente y roja.
Y esa sangre se verterá en tus manos.
Tu sangre y, también, la sangre de los demás.
me da mal rollo, crea desasosiego, no se si ese tipo conoce bien a las mujeres, las de su obra tienen reacciones muy masculinas...opino yo, oye tú.
ResponderEliminarLa tormenta de arena la cruza un adolescente, varón, de 15 años, Kafka Tamura.Todas las tormentas de arena crean un profundo desasosiego.
ResponderEliminarPara mí, Murakami habla de personas... Mujeres, hombres, masculino, femenino...PERSONAS, sólo personas. Creo que conoce muy bien la materia de que están hechas las personas. A mi me gusta.
El dibujo, la tormenta de arena en sí, dan desasosiego. Pero es que, las tormentas de arena son muy putas, y de vez en cuando nos chocamos con alguna, y entonces sabes que te toca tragar polvo... Lo bueno es que se acaba saliendo...