viernes, 17 de febrero de 2012

Poema numérico 6. Chelete Monereo.







Una línea invisible, vertical y misteriosa
divide en dos partes iguales
el rostro y el cuerpo de una mujer
Siempre, a su paso, se levanta un murmullo
de admiración y envidia.
Un pequeño accidente, un día, quiebra esa línea...
Nunca volverá a oirse el murmullo.
Tan delicada es la belleza
como el ejército de flores, con sus colores,
su piel y sus líneas ocultas.

Con una cuerda y dos clavos alguien hizo
una circunferencia en la arena lisa.
Tan sencillo.
Sin modificar los nudos de los clavos, alguien, otro día,
dividió la circunferencia en seis partes.
Seis ejes de simetría. Una revelación.
A partir de ahí, un torrente de códigos y emociones
inunda las almas sensibles y creativas.
Al contemplar o producir lo sublime,
¿por qué aparece el sentimiento de la felicidad?
¿Dónde están escritas las leyes de la belleza?
Antes de que el compositor imagine la música,
¿dónde está esa música?
¿Inventamos la belleza o nos precede?

Chelete Monereo. Poema numérico nº6.

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