Dicen

Dicen que siempre vas despeinada
que vas mal vestida,
y que tu piel tiene el sabor de la sal
incluso los días de invierno.

Dicen que siempre llevas demasiada ropa
y siempre quitada
que de tu bolso cuelgan los pañuelos
y tus camisetas de manga larga
bailan al ritmo de tus caderas (no hablaré del ritmo de tus camisetas de tirantes).

Dicen que no sabes elegir zapatos de entretiempo
y que saltas de las chancletas a las botas,
y de las botas a las chancletas,
reduciendo las estaciones a invierno y verano.

Y dicen también que olvidaste
tus abrigos en el armario
y que vistes chaquetas de mecánico
demasiado ceñidas.

Y cuentan los maldicientes
que te bañas desnuda o semidesnuda en la playa
y que algunos mirones han estado a punto de despeñarse.
Y dicen  que un par de ahogados,
dejaron de respirar
por decidir nadar detrás de ti.
Los pobres, no sabían que estabas tan atlética...

Y dicen de ti que siempre llevas los zapatos sucios,
llenos de lodo y de barro rojo,
y que tal vez deberías cambiar de amigos.

Y todo eso, y mucho más,
dicen de ti.

TH. 28 de Octubre 2011