lunes, 28 de diciembre de 2009

Amanecer de Güevos


Pensabas llegar al instituto

con tu minifalda vaquera,

una camiseta blanca escogida

a conciencia en tu armario,

tus sandalias nuevas,

recién duchadita,

oliendo a colonia y

a ese producto nuevo que te

pones en el pelo.

Pensabas entrar en clase puntualmente,

acompañada de un guapo alumno sherpa,

porteador de la caja de minerales.


Eso pensabas…


Pero has llegado media hora tarde,

sudorosa, haciendo yo de sherpa,

con los pies llenos de fango,

y la mitad de tu cerebro lleno de huevos de avoceta.


Has estado toda la mañana corriendo como loca,

Y yo me he quedado pegada a ti,

comiendo gominolas “con sabor mágico”,

pegada a tu cerebro,

a la parte que ya estaba ocupada por los huevos de avoceta.


Y te preguntas…

Por qué has tenido este amanecer de güevos…

Y por qué siempre acaban tus pies llenos de lodo.

1 comentario:

  1. Es precioso meine...tienes razón, como casi siempre.
    Fue el primero que colgué.Con tu foto mirando la laguna.
    Nunca te lo he dicho, pero cuando paso por la rotonda miro a ver si está tu coche. Siempre.
    Me encanta el fango.

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