lunes, 2 de mayo de 2016

Shakespeare y Cervantes


Los encontré en patio, se habían caído del nido y no sabían volar. Al anochecer, estaban los 2 juntos en un rincón, me los llevé. Shakespeare dormía todo el rato y Cervantes escapaba de la caja a la menor ocasión. Me recordaban a mis hijos.

No pude dejarlos allí, parecían pequeños e indefensos.
Los han adoptado en el Albergue del Valle, los llevo M (que fue muy amable), yo no conseguí que comieran en toda la noche.

Son unos gorriones lindos.
El 2016 es el año del gorrión.
Quiero que se hagan grandes y vuelen libres.

Tengo la necesidad de ver crecer cosas pequeñas:
·         Un palo de bambú
·         Unas semillas de guindilla
·         Unos gorriones

TH. 2016














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