Tus baterías no
son desechables,
no se abandonan
en los talleres,
no se tiran en
los contenedores que pone
botón, petaca,
y no sé qué más.
No se recargan
en la red eléctrica,
ni en el coche.
No se calientan
de modo extraño,
ni se quedan
muertas de repente.
Tus baterías
son muy buenas,
pero también se
gastan.
Cuando veas que
queda una rayita
tienes que
pararte.
Pero tienes
suerte,
tus baterías
son ecológicas.
Eres energía
renovable.
Tus pilas se
recargan con el sol,
los paseos,
el ritmo de las
olas,
la cerveza fría
al mediodía,
el fluir del
agua sobre tu piel mientras nadas…
Se recargan con
la brisa,
con la hora de
la siesta,
con el libro
que lees,
con las
revistas de viajes…
Ya sabes…
PENSAR
GLOBALMENTE, DESEAR LOCALMENTE…
¿No era así la
frase qué servía para todo?
Al sol mi Lagartija…
La batería llena…
Al 100%
TH. 2013
PD: Ya, ya lo
sé, me aplico el cuento. Estoy en ello…
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