miércoles, 9 de mayo de 2012

Meteoritos



METEORITOS.

Hoy he hablado con la Terapeuta de los Mochos. Siempre me pregunta cómo me encuentro. Me lo dice de verdad, en su caso, no es una frase hecha, es una pregunta seria que espera respuesta.

Y le he dicho la verdad, que no lo sé y que en este momento prefiero no pensarlo.

Este año tengo una lluvia de meteoritos encima, y la verdad, ninguno me ha dado en la cabeza, de vez en cuando me salpican. Así que me limito a mirar al cielo con cierto respeto y a nadar. Me voy a la piscina y nado 2 kilómetros, si voy con la Lagartija mejor que mejor. Disfruto de eso, de cada una de las brazadas, de las risas, del olor del gel de baño y del aceite. Me río. Le digo que somos unas señoras de muy buen ver, y se lo digo mientras nadamos y le da tanta risa que traga agua. Nado, porque me hace sentirme en paz conmigo y en este momento lo necesito. Y no pienso nada, y no sé muy bien cómo me encuentro…



Me relajan las cosas pequeñas: La piscina, un chapuzón en la playa robado a la primavera, el libro de Auster, compartir los libros con la conserje que es un poco como la Elegancia del Erizo, los abrazos de Kaka que comparto en broma con Silent, el café, el paseo, el amanecer de hoy, los últimos vuelos del halcón y sus sonidos extraños, saber que Carlos Salem ha ganado un premio por “Pero sigo siendo el Rey”, que la temporada de sandalias haya sido inaugurada, pensar en la portada del libro de Auster, ¿quién es esa mujer? ¿es su mujer?, alguna llamada de teléfono, alguna voz conocida y cercana… Y un sms de la Lagartija, que está blanda como Güini de Poo, y me invita al bosque de los 100 acres y a la casita del árbol…

 
Y nada, de momento nado, porque necesito sentirme en paz… Y a lo mejor un día lo consigo…

TH. 2012.



PD: Me encanta esa portada, ¿crees qué es Siri?



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