Colorín colorado

Estás rebotada
porque has leído cuentos
a tu sobrina- sin- pañales,
a la cam- Meona de tu vida,
amazona de hipopótamos.

Me dices que te indignan
las princesas durmientes,
siempre pasivas,
esperando ser rescatadas.

Te quejas de todo el daño
que han hecho a este mundo.

Me pides un poema
que salve a las brujas
que vuelan en escoba
y se van de fiesta.

Brujas que son
Mateas- malas y divertidas
que dejan cojos a los hombres.

Me pides un poema
que defienda a Campanilla,
un poema que
te defienda a ti misma,
los días que te baja
la serotonina y
te comes la casita de chocolate entera.
Me pides un poema
para vengarte de los cuentos.
Un poema para amar
a las princesas que
nunca fueron rescatadas,
a los ogros divertidos y gruñones,
a los lobos que fueron menos feroces
que los cazadores.

Un poema para volver loco
a los lectores de cuentos.
Un poema para volar,
para viajar,
para salir corriendo.

Que nadie nos hechice,
que nadie nos ponga los zapatos
(nos gusta andar descalzas)
que no maten a los lobos,
que las hermanastras no sean tan feas,
que no tengamos que ser muy guapos,
muy buenos,
muy blancos,
que los colorines colorados nunca se acaben,
que seamos felices,
y que comamos todos los días pan y pillao,
(los cazadores no dejaron perdices que comer)
que seamos felices,
que comamos,
sea lo que sea en buena compañía.

TH. 21 Marzo 2012.

PD: Un poema para los miedosos, los que no saben bien que hacer, para los cobardes, los arrepentidos. Un poema para los vividos.