martes, 10 de noviembre de 2015

Volver a creer en la magia


Ayer me llegó a casa un sobre con un poemario de Elvira Sastre. En el sobre venía mi dirección  y en el remite la dirección de ella, es decir, la propia Elvira me envió un poemario. La verdad, flipé en colores, durante 2 minutos intenté explicarme por qué Elvira sabía mi dirección y por qué me enviaba un poemario dedicado. Durante ese tiempo breve volví a ser una niña de 6 años la mañana de Reyes, la niña que se pregunta cómo los Reyes traen el regalo que olvidaste pedir y cómo es posible que conozcan a la perfección tú número de pie, tu color favorito, la dirección de tu casa.
Luego, la mujer que vive en mí ató cabos, y dedujo quien era el artífice de esos momentos de magia.
Muchas gracias Noe por hacerme creer en la magia, muchas gracias Elvira por ese libro lleno de ternura.
Gracias por este regalo tan precioso y gracias por hacerme recordar, que a pesar de que soy overforty casi fifty, que a pesar de que la vida de vez en cuando me da un coscorrón, mi ingenuidad se mantiene intacta o medio intacta.  Una sensación maravillosa.
Un abrazo muy muy grande para las 2.

TH. 2015.






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