Nada es mío

Nada es mío. Nada.
Ni siquiera los colores.
Los tomé prestados.
El naranja del sol amaneciendo,
el magenta de la salina,
el rojo de las alas de los flamencos,
el verde turquesa de la orilla del mar,
el ocre de la arena,
el azul marino del mar profundo...
Los tomé prestados.

Voy a reconocer que no me sientan mal...
...es porque son lindos.

Los tomé prestados,
los coloqué dentro de mi.
Me he acostumbrado a que me invadan.
Algunas mañanas me creo que son míos.

La culpa es un poco tuya.
Cuando amanece,
Miras el horizonte y me dices...
Mira...hoy ha salido tu sol.

TH. 2013