Os reís de mí. Sois un par de cabronas y os reís de mí. Me lo negáis mientras os seguís riendo, estáis casi llorando de risa. Lo corrijo, lloráis a lágrima viva. El motivo es lo de menos, cualquier motivo vale.
Hoy es mi gorra.
Me la pongo con la visera hacia atrás. Pareces del Bronx me decís, ¿qué diría la burguesía segoviana si te ven con esa gorra?. Me la pongo bien, estalláis en carcajadas. ¿Tú te has visto? Si pareces Espartaco… Y luego salen más nombres. Tomás el de cruz y raya, el gañán, otros que ni siquiera conozco porque yo no veo la tele (aunque sé que es un invento que existe…) Quítate esa gorra, me lo decís una y otra vez. Al final os vais a ahogar de tanta risa. Pero yo no me la quito. Sigo con mi gorra. Juro y perjuro que me sienta fenomenal. Y no me la quito…
Y sigo seria, con la gorra puesta, imperturbable (bueno, a veces tartamudeo, porque os estáis poniendo muy pesadas)…
Canto: “Pichi…”
Vais a morir de risa…
Y no lo sé…
No sé por qué cojones os quiero.
TH. Mayo 2011.
PD: A Vendetta le pienso comprar una gorra como la mía. Cuando vayamos de paseo vamos a llevar la misma gorra… Sí. Haciendo equipo.
PD: Sois bien malas.
PD: Siempre me dices que nada es permanente. Y lo sé, pero me jode. Yo quiero mantener el sonido de vuestras risas en mis oídos. Siempre.
Hoy has tuneado tu gorra. Lo haces cada temporada. He tenido el privilegio de ver como lo hacías, el acrílico, el olor a spray...lo haces parecer tan fácil...se ha quedado colgada en el despacho, tu galería particular, y mañana todo olerá a spray.
ResponderEliminarSabes? Tu estas guapa siempre mi meine.
Nos gusta reír. Todas nos reímos de todas. Y eso es nito.
Bueno. Algunas se rien más de otras...Pero bueno... Reconozco que me hace gracia, que me divierte.
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