Frankenstein llora

Tu despacho sigue siendo tu despacho. En él están tus fotos, tus dibujos, y tus cosas. Pero en la puerta hay una especie de campo magnético que hace que no me acerque para nada. Sigue siendo tu despacho, pero no lo parece. Parece algo irreal, como un colegio en tiempo de vacaciones o un reloj parado.

En tu despacho nadie me dice arrikitaun, ni “me encanta saludar”, ni eres muy muy “hamburguesa, tan hamburguesa que tus bragas tienen página web”, nadie me dice que “almeja” es lo más bonito que te pueden decir en Andalucía, nadie me sonríe, ni me invita a cascaruja, nadie se muere de risa a carcajadas…

Y eso… Que no soy capaz de entrar… A lo mejor hay un campo de fuerzas que me lo impide…

Y ayer, pasé delante de la puerta. Y nada… que Frankenstein llora… Y algunos otros, sino lloramos es por vergüenza.

TH. Septiembre. 2011.

PD: Arrkitaun. Me gusta V. Tú si que eres hamburguesa. Paso de saludar, melapela, Almeja tú, todo me da AJCO. Te quiero.