No quiero olvidar el sabor de los higos silvestres de la higuera que encontramos el año pasado. Eran dulces, maduros como almíbar caliente. Estaban en el camino que baja por la rambla que lleva a las calas nudistas.
TH. 2011.
La Tortuga Hiperactiva y la Lagartija Lengüilarga
Yo tampoco quiero olvidarlo...que bien olía, que bien sabia...nos lo comimos en la golden hour, a k si?
ResponderEliminarUna tarde de sabores, olores y sensaciones....
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