PEQUEÑAS AMBICIONES.
Quizá no debería porque la Lagartija va a pensar que soy una cotilla, pero no puedo evitarlo. La Lagartija está emocionada, quiere participar en la travesía y además quiere terminarla. Yo creo que esta si la vamos a acabar, me lo dice todos los días después del nado. Después de nadar está muy graciosa, le da un subidón de endorfinas y habla sin parar. Yo no digo nada.
Pero ella quiere oírme, lo necesita. Insiste para obtener una respuesta, insiste realmente para que diga que sí.
- ¿Sólo terminar? Se lo digo para picarla.
- ¿Pero tú que quieres?
- Yo lo que quiero, le digo con cara de ser muy chula, es ganar a las profes de Educación Física.
Y seguimos divagando, en una conversación estúpida, en la que la Lagartija dice que nadan muy bien, y yo digo que no nadan una mierda, que yo no las veo nadar nunca, que I’m de walrust, que ella es un tiburón, que ya no son tiempos de peces aguja, y que mi ambición es esa, ganar a las de Educación Física, pero por goleada, y la Lagartija me insiste que nadan muy bien, pero sus ojos la delatan, sus ojos dicen que ella también quiere ganarlas, y yo sigo diciendo cosas para que se ría, para reírme yo…
TH. Junio 2012.
Está travesía tan boba que no sé si terminaremos, me da mucha vidilla... De verdad...
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