Los tulipanes y los narcisos habían florecido,
las fresias estaban a punto de hacerlo.
Tú estabas en tu despacho,
preciosa y seria.
Yo no sé,
por ahí,
en alguna nube…
Creo que muriendo.
TAR.
PD: No te lo tomes a pecho. El “creo que muriendo” es sólo una licencia poética.
martes, 29 de diciembre de 2009
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