Ayer cuando daba clase en el PACG, voló un avión de papel … No me siento orgullosa, pero es algo que sucede a menudo …
Intercepté su vuelo, dentro había un poema tuyo, “Defender la alegría”.
No me enfadé, quité las dobleces del papel, expliqué quien eras, les conté que el mundo era hoy un poco más pobre porqué tu habías muerto.
Después leí tu poema.
Ellos, que siempre hablan, permanecieron callados.
Ellos, que nunca escuchan, me escucharon.
¿No sé si me viste viejo? Pero si me hubieras visto te habría encantado…
Esa mañana de mayo…no especialmente buena… con tu cuerpo insepulto… 7 críos un tanto cabronzuelos, y una profe un tanto cabronzuela también, defendieron en tu nombre la alegría.
TAR. Mayo 2009.
PD: Gracias por todo abuelo.
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