Hemos ido a
buscar grullas pero no las hemos encontrado. Se han debido de ir a Gallocanta.
Pero me
encontré con mi adolescencia vestida de besos, un atardecer inoportuno, miles
de flamencos que vienen a limpiarme las lágrimas (siempre lo hacen), una luna que a ratos
parecía el sol de Van Gogh y a ratos un donut, y gominolas de sabor mágico.
TH 2016.
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