Cuando salgo
contigo me suceden cosas raras- me lo dices sonriendo.
Debes de pensar
que yo tengo el don de generar sucesos extraños.
No es cierto.
Las cosas raras sólo suceden cuando voy contigo.
Somos una
especie de “Quijotes- siameses”, cuando salimos juntas, salimos predispuestas a
los sucesos extraños, salimos con el deseo de encontrar gigantes, de encontrar
una ínsula en medio de la nada, de “desfacer” entuertos.
Ayer fuimos de
concierto y después compartimos una pinta con un hombre extraño, un artista en
medio de la noche, un hombre que iba de aquí para allá, que comparaba el arte
con la física. El hombre se llama “Ignacio Díaz de Rábago” y hace instalaciones
de libros que vuelan, vive en Dinamarca, es poeta, artista y filósofo.
Me siento
incapaz de reproducir la conversación que tuvimos con él. Voy a escribir una de
las cosas que dijo y que me llamaron la atención.
Si
comparo el arte con la física, compararía a Newton con el renacimiento y la mecánica cuántica con el arte moderno.
La frase no era
exactamente así, pero la idea era esta, o más o menos esta.
TH. 2015.
PD: Fue un
encuentro mágico. Ignacio, la Lagartija, Newton y yo. Insuperable.
PD: La
Lagartija tiene un morro que se lo pisa, le dijo a este hombre, que es artista
de verdad, que yo era artista y que ella era mi manager, y se quedó tan pancha.
Diez minutos más y acabamos los 3 en una colonia hippie de Dinamarca.
PD: Estás muy
loca, pero muy loca.
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