70.000 personas cantan y bailan, y dicen tu nombre, que está repleto de colores. 70.000 personas cantan y bailan, debajo de un aguacero, y te echan de menos, aunque te acabas de marchar. Los mandatarios de todas las naciones te envidian. Yo también canto y bailo y te echo de menos, y grito en mi corazón tu nombre, porque un día me enseñaste a decir: Soy el capitán de mi alma, el dueño de mi destino. TH. Diciembre 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario